El gigante de la televisión argentina no deja de sorprender, y lo que empezó como un concurso de baile es hoy un gran reflejo de cómo la sociedad argentina se esta viniendo abajo. La semana pasada, Tinelli, Alfano y Wanda Nara protagonizaron lo que fue llamado como “la nota de la semana. Mientras que Graciela Alfano hacia su devolución a Wanda Nara y su pareja, una persona del público gritó un insulto hacia ella y la bailarina lo festejo, riéndose y haciendo señas. Por lo que la jurado se levanto y retiro de su lugar diciendo que “estaba ofendida” y que “era una falta de respeto hacia su persona”. Este episodio conllevo a que, al igual que todas las semana, cada programa de televisión de “chimentos” o magazine reprodujera el hecho y de opiniones al respecto. Todos los años Marcelo Tinelli presenta un show donde mujeres con cuerpos espectaculares muestran sus destrezas en la pista de baile, sin embargo, el programa se ha convertido en escenario de una competencia mediática, donde se muestran valores denigrantes y poco constructivos. Se basa en elogiar el cuerpo de las mujeres, peleas sin sentido, y la búsqueda de personajes como Alfano, Moria Casan y Aníbal Pachano por salvar lo poco que queda de lo que alguna vez fue una carrera artística. Sin embargo, no se entiende como es el programa que tiene mayor audiencia en nuestro país, ¿Será que refleja los valores de la sociedad?, ¿será que nuestra argentina se ha vuelto una sociedad sedentaria? Donde pensar, comunicarse o decir cosas coherentes ya no son relevantes sino tener la satisfacción “aquí y ahora” es lo mas importante. ShowMatch, se ha convertido en el espejo de una sociedad en que los valores ya no valen nada (valga la redundancia), en donde humillar, insultar a una persona son cosas de todos los días y están bien vistas. Donde la utilización de las mujeres como fantasías sexuales es moneda corriente, y esto baja la posición social del sexo femenino, haciéndola quedar como tonta que solo sirve para deseos sexuales.
El show se muestra lleno de diversión, chistes y talento, pero al fin y al cabo, termina siendo vacío.